Aspectos psicológicos, metabolómicos y epigenéticosenla pérdida de peso

Artículos   |   1 de julio de 2016   |  

Aurora Pérez Cornago, Investigadora Postdoctoral, Nuffield Department of Population Health, University of Oxford.

Directores: Prof. J. Alfredo Martínez, Dr. M. Ángeles Zulet

Centro: Departamento de Ciencias de la Alimentación y Fisiología, Centro de Investigación en Nutrición, Universidad de Navarra, Pamplona.

Las enfermedades no transmisibles constituyen una epidemia en todo el mundo, con la obesidad y los trastornos psicológicos entre las más frecuentes. Es importante determinar los posibles mecanismos metabólicos y epigenéticos implicados en la pérdida de peso en adultos con sobrepeso y obesidad tras seguir diferentes dietas hipocalóricas, así como evaluar el impacto de los tratamientos dietéticos en los síntomas de depresión y de ansiedad.

Se valoraron dos intervenciones nutricionales para la pérdida de peso: a) el estudio SENIFOOD, en el que se realizó un estudio metabolómico en adultos mayores con sobrepeso y obesidad tras seguir una dieta hipocalórica (-15% de los requerimientos energéticos totales) durante 2 meses; b) el estudio RESMENA, en el que participaron pacientes con síndrome metabólico que siguieron dos dietas hipocalóricas durante 6 meses [dieta control (basada en las recomendaciones de la AHA) y dieta RESMENA (patrón mediterráneo)], ambas con una restricción energética del 30%. En el estudio RESMENA se evaluaron síntomas de depresión y de ansiedad, y marcadores sanguíneos como monoaminas, parámetros de estrés oxidativo e inflamación y metilación del ADN.

En el estudio SENIFOOD el análisis metabolómico mostró una disminución de ácidos grasos e isoleucina en sangre tras el tratamiento nutricional. En el estudio RESMENA ambas dietas fueron igualmente eficaces para disminuir síntomas depresivos y de ansiedad. Aquellos voluntarios que mostraron una mayor mejora en sus síntomas depresivos también disminuyeron más su peso corporal y masa grasa, así como los valores de proteína C-reactiva (PCR), malondialdehído (MDA) y leptina en sangre, y consumieron más folato (procedente de alimentos) durante la intervención. Por el contrario, la disminución de los síntomas de ansiedad se asoció positivamente con una mayor disminución del peso corporal, índice de masa corporal, circunferencia de la cintura y porcentaje de masa grasa. Tras el tratamiento de pérdida de peso se observó un aumento de los niveles de serotonina y dopamina en sangre, estando este aumento relacionado con una menor ingesta de energía y carbohidratos durante la intervención, respectivamente. Por otra parte, la presencia de mayores concentraciones de ácido palmitoleico (C16:1) y mayor metilación en la región promotora del gen receptor de serotonina 2A (HTR2A) al inicio del estudio se asoció con una peor respuesta al tratamiento de pérdida de peso (menor pérdida de peso, masa grasa y circunferencia de la cintura). Sin embargo, una mayor concentración de dopamina al inicio de la intervención se asoció con una mejor respuesta a la intervención nutricional.
En resumen, la pérdida de peso tras una restricción energética en pacientes con sobrepeso u obesidad mejoró su estado psicológico, y además se observaron nuevos predictores epigenéticos y metabólicos de respuesta al tratamiento nutricional de pérdida de peso.