
Tengo intolerancia a la fructosa, ¿qué puedo comer?
Fuente: Nutriendo
La intolerancia a la fructosa se produce cuando el intestino delgado no absorbe correctamente este azúcar natural, lo que genera síntomas como dolor abdominal, gases, distensión, náuseas, diarrea y, en algunos casos, estreñimiento. Se diferencia de la intolerancia hereditaria a la fructosa (IHF), que se debe a la deficiencia de la enzima aldolasa B.
Además, existe una relación con el sorbitol, un edulcorante que, al ingerirse junto con la fructosa, puede empeorar la malabsorción. Aunque las frutas son saludables, algunas contienen cantidades elevadas de fructosa o sorbitol, lo que puede resultar problemático para quienes tienen intolerancia. Por ello, el artículo recomienda no eliminar por completo ningún grupo de alimentos, ya que hacerlo podría provocar deficiencias nutricionales, y aconseja siempre consultar a un especialista.
Se sugieren medidas para evitar carencias, como aumentar el consumo de hortalizas bajas en fructosa, suplementar vitamina C y ácido fólico, y se ofrece un ejemplo de menú diario adaptado a esta restricción alimentaria.
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